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Mitos y equivocaciones sobre el suicidio

Mitos suicidio: Identificar y eliminar los criterios, creencias y equivocaciones con prejuicios erróneos sobre el suicidio.

mitos sobre el suicidio

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En Mental BrainPower dentro del Blog de Fuerza Mental queremos hablarte de Mitos y equivocaciones sobre el suicidio.

Índice

    Las familias y personas allegadas son claves para contribuir a la prevención del suicidio y la promoción de la salud mental.

    Para ello, se recomiendan las siguientes orientaciones: Identificar y eliminar los criterios y creencias erróneas sobre el suicidio. En particular, hay que ser consciente de que el suicidio no es inherentemente una decisión autónoma, sino que puede estar influenciado por factores externos. Un estudio señala que cerca del 90 e los intentos suicidas está relacionado con un trastorno mental (OMS, 2000; Pérez Barrero, 1996).

    Por otra parte, los mensajes de que «el suicidio es la salida más fácil» o «modelos de valentía»subestiman la gravedad de esta conducta.

    ¿Qué es el suicidio?

    El suicidio es un tema grave y trágico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es un tema difícil y complejo de tratar, ya que conlleva una serie de emociones, desde la tristeza hasta la culpa e incluso la vergüenza.

    El suicidio se define como el acto intencionado de quitarse la vida.

    Verdaderamnte, es un tema difícil de abordar y a menudo delicado para muchos. Comprender qué es el suicidio, los factores de riesgo asociados a él y los mitos e ideas erróneas que lo rodean es clave para ayudar a las personas que corren riesgo de suicidio.

    Factores de riesgo de suicidio

    El suicidio es un problema grave que afecta a personas de todas las edades, sexos y culturas.

    Aunque no siempre es posible prevenir el suicidio, comprender los factores de riesgo asociados al suicidio puede ayudar a las personas en riesgo a buscar ayuda y a quienes les rodean a ser conscientes de las señales de advertencia.

    Mito: La gente que habla del suicidio no lo hace

    • Muchas personas creen que cuando alguien habla sobre el suicidio, significa que realmente no están pensando en hacerlo.
    • Esto no es cierto; hablar sobre el suicidio puede ser una señal de advertencia de que la persona puede estar considerando el suicidio.
    • Es importante que tengamos una comprensión adecuada de los factores de riesgo y los mitos asociados con el suicidio para ayudar a prevenir y tratar el suicidio.

    Mito: Las Personas Que Intentan Suicidarse Son Cobardes

    • La afirmación de que las personas que intentan suicidarse son cobardes es un mito desafortunado que perpetúa el estigma que rodea al suicidio.
    • Crea la idea de que quienes intentan suicidarse son débiles, sin valor ni fuerza, y que de algún modo están tomando el camino más fácil.
    • En realidad, nada más lejos de la realidad. Las personas que intentan suicidarse suelen encontrarse en un estado de angustia emocional extrema y buscan una salida a su dolor. Están desesperadas y necesitan ayuda, no ser juzgadas ni condenadas.

    Mito: Las personas que intentan suicidarse o se suicidan padecen una enfermedad mental

    • El mito de que las personas que intentan suicidarse o se suicidan padecen una enfermedad mental está, por desgracia, muy extendido en nuestra sociedad.
    • Esta idea errónea puede impedir que la gente busque ayuda para los pensamientos o comportamientos suicidas y puede provocar sentimientos de vergüenza y culpa en quienes luchan contra problemas de salud mental.
    • Ciertamente, suicidio es una cuestión compleja en la que influyen muchos factores y no es simplemente el resultado de padecer una enfermedad mental.

    Mito: el abuso de sustancias es la principal causa de suicidio

    • Es una creencia muy extendida que el abuso de sustancias es la principal causa de suicidio, pero no es así.
    • Aunque el abuso de sustancias puede aumentar el riesgo de suicidio, no es el único factor a tener en cuenta.
    • Otros factores, como la salud mental, el acceso a los recursos y los traumas, pueden contribuir al riesgo de suicidio.

    Mito: Las tasas de suicidio sólo afectan a los jóvenes

    • El suicidio es un problema que afecta a personas de todas las edades, no sólo a los jóvenes.
    • Si bien es cierto que las tasas de suicidio entre los adultos jóvenes y los adolescentes han aumentado en los últimos años, el riesgo de suicidio para los adultos y los ancianos es mayor que para los adultos jóvenes.
    • Por tanto, este mito es inexacto y es importante reconocer que el suicidio afecta a personas de todas las edades y procedencias.

    Mito: Las personas que intentan suicidarse no tienen señales de alarma

    • El suicidio es un grave problema de salud mental que puede tener un impacto devastador en familias, amigos y comunidades.
    • Por desgracia, existen muchos mitos y conceptos erróneos sobre el suicidio, uno de los cuales es que las personas que intentan suicidarse no tienen señales de advertencia.
    • Se trata de un error peligroso, ya que la mayoría de las personas que intentan suicidarse muestran señales de advertencia antes de actuar

    Mito: La persona que se quiere matar no lo dice.

    suicidio
    • Mito: Toda persona que se suicida expresó con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurriría.
    • Verdad científica: De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas dijeron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.
    • Todas las personas que se suicidan expresaron con palabras, amenazas, gestos o cambios de comportamiento lo que sucedería. Dejaron claro que estaban considerando o planeando quitarse la vida.
    • Algunas incluso pueden haber dado detalles concretos sobre cómo lo harían.
    • Al comunicar sus pensamientos y sentimientos, estaban pidiendo ayuda a quienes les rodeaban.
    • Por desgracia, muchas veces sus señales de advertencia no se escuchan o se malinterpretan.
    • Esto puede conducir a la tragedia cuando las personas más cercanas a la persona no reconocen las señales de advertencia y no toman medidas inmediatas para ayudarla.
    • Si alguien a quien conoces o quieres muestra signos de pensamientos o comportamiento suicida, es importante tomárselo en serio y pedir ayuda inmediatamente.
    • Saber reconocer las señales de advertencia y actuar puede ayudar a salvar una vida.

    Criterio equivocado: Las personas que intentan el suicidio no desean morir, sólo hacen el alarde.

    • Criterio científico: Aunque no todas las personas que intentan el suicidio desean morir, es un error tildarles de alardosos, pues son personas a las cuales les han fracasado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran alternativas, excepto el atentar contra su vida.
    • En una sociedad que suele hacer hincapié en la independencia y la autosuficiencia, puede resultar difícil comprender por qué alguien querría quitarse la vida.
    • Aunque es cierto que no todas las personas que intentan suicidarse desean morir, también es un error etiquetarlas de fanfarronas, ya que son personas cuyos mecanismos útiles de afrontamiento han fracasado y que no encuentran otra alternativa que atentar contra su propia vida.
    • Hay muchas razones diferentes por las que alguien puede sentir que el suicidio es su única opción, como la enfermedad mental, las dificultades emocionales y las dificultades económicas.
    • Sea cual sea el motivo, es importante tender la mano y ofrecer ayuda a quienes puedan estar considerando la posibilidad de suicidarse.

    Si de verdad se hubiera querido matar, se hubiera tirado delante de un tren.

    • Toda persona con riesgo suicida se encuentra en una situación ambivalente, es decir, condeseos de morir y de vivir.
    • El método elegido para el suicidio no refleja los deseos de morir de quien lo utiliza, y proporcionarle otro de mayor letalidad es calificado como un delito de auxilio al suicida (se le ayuda a que lo cometa), penalizado en el Código Penal vigente.
    • Si una persona realmente quisiera suicidarse, no elegiría un método determinado, sino que simplemente se arrojaría delante de un tren o saltaría de un edificio.
    • En cambio, las personas que se suicidan suelen elegir un método menos letal porque tienen miedo al dolor o porque quieren morir, pero sin sufrir demasiado en el proceso.
    • Por ejemplo, muchas personas eligen una sobredosis de drogas porque es una forma pacífica de morir; simplemente se quedan dormidas y nunca se despiertan.
    • En algunos casos, las personas también pueden sufrir una sobredosis de alcohol o ingerir medicamentos en exceso.
    • Aunque estos métodos no son tan fiables como saltar de un edificio o arrojarse delante de un tren, pueden provocar la muerte.
    • Y dado el Código Penal vigente, proporcionar a alguien un método más letal con la intención de ayudarle a suicidarse se considera delito.

    La persona que se repone de una crisis suicida no corre peligro alguno de recaer.

    • Casi la mitad de las personas que atravesaron por una crisis suicida y consumaron el suicidio, lo llevaron a cabo durante los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado.
    • La persona que se recupera de una crisis suicida no corre peligro de recaer. Casi la mitad de las personas que pasaron por una crisis suicida y se suicidaron lo hicieron durante los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado.
    • La verdad es que los sentimientos suicidas pueden aparecer y desaparecer, incluso en personas que nunca los han experimentado antes.
    • Por este motivo, es importante que la persona que se ha recuperado de una crisis suicida esté alerta y busque ayuda si empieza a sentirse deprimida o desesperanzada de nuevo. Hablar con un terapeuta o llamar a una línea directa puede marcar la diferencia.

    La persona que intenta el suicidio estará en ese peligro toda la vida.

    • Entre el 1% y el 2% de las personas que intentan el suicidio lo logran durante el primer año después del intento y entre el 10% al 20% lo consumarán en el resto de sus vidas.
    • Una crisis suicida dura horas, días, raramente semanas, por lo que es importante reconocerla para su prevención.
    • Cuando una persona se encuentra en una crisis suicida, puede mostrar varias señales de advertencia. Pueden incluir sentimientos de desesperanza e impotencia, depresión, ansiedad y sentimientos de indignidad. También puede empezar a retirarse de las actividades que antes disfrutaba, a mostrar cambios en los patrones de alimentación y sueño, y a adoptar conductas de riesgo.

    Toda persona que se suicida está deprimida.

    • Aunque toda persona deprimida tiene posibilidades de realizar un intento de suicidio o un suicidio, no todas las que lo hacen presentan este desajuste. Pueden padecer esquizofrenia, alcoholismo, trastorno de personalidad, etc.
    • El suicidio es una cuestión muy compleja que se produce por una serie de razones diferentes.
    • Aunque es cierto que muchas personas que se suicidan lo hacen por depresión, no siempre es así.
    • Las personas con esquizofrenia, trastornos de la personalidad, alcoholismo y otras enfermedades mentales también tienen un mayor riesgo de suicidio.
    • Además, factores como los problemas económicos, las rupturas y la pérdida del trabajo pueden desencadenar pensamientos suicidas.
    • En resumen, el suicidio puede producirse por una amplia gama de razones diferentes y nunca debe trivializarse ni diagnosticarse erróneamente.

    Toda persona que se suicida es un enfermo mental.

    • Las personas con enfermedades mentales se suicidan con mayor frecuencia que la población en general, pero no necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo. Pero no caben dudas de que toda persona con riesgo es una persona que sufre.
    • Hay muchas razones por las que las personas con enfermedades mentales tienen mayor riesgo de suicidio que la población general. Por un lado, pueden tener dificultades para acceder al tratamiento o para sentirse apoyados por quienes les rodean.
    • Además, pueden tener una visión distorsionada de sí mismos o de su situación, lo que les dificulta ver otra alternativa al suicidio.
    • Por último, el consumo comórbido de sustancias también puede contribuir a aumentar el riesgo de suicidio. Aunque no todas las personas que se suicidan padecen una enfermedad mental, está claro que las que la padecen tienen un riesgo especialmente elevado.

    El suicidio se hereda.

    • No está demostrado que el suicidio se herede, aunque se puedan encontrar varios miembros de una misma familia que hayan terminado sus vidas por suicidio. En estos casos lo heredado es la predisposición a padecer determinada enfermedad mental en la cual el suicidio es un síntoma principal, como por ejemplo, los trastornos afectivos y las esquizofrenias.
    • Lo que se sabe es que determinados genes pueden hacer que un individuo sea más propenso a la depresión u otros trastornos psicológicos. Si uno o ambos progenitores padecen un trastorno de este tipo, existe una mayor probabilidad de que sus hijos también lo sufran. Esto no pretende ser un juicio sobre el individuo, sino más bien una explicación de por qué algunas personas se encuentran en una situación tan difícil que sienten que no hay otra opción que acabar con su vida.

    El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulso.

    • Toda persona antes de cometer un suicidio evidencia una serie de síntomas que hansido definidos como síndrome pre-suicidio, consistente en constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas, reservándola para sí, y la existencia de fantasías suicidas; todo lo que puede ser detectado a su debido tiempo y evitar que se lleven a cabo sus propósitos.
    • Aunque el suicidio no puede prevenirse por completo, puede ayudarse mediante la detección e intervención tempranas. Las personas que contemplan el suicidio suelen mostrar cambios de comportamiento, como aislamiento de los demás, cambios de humor, depresión y ansiedad.

    Al hablar sobre el suicidio con una persona en este riesgo se le puede incitar a que lo realice.

    • Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo en vez de incitar,provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.
    • Se ha documentado que hablar sobre el suicidio con una persona en riesgo puede tener resultados diferentes. Algunos pueden sentirse inspirados para suicidarse tras hablar de sus pensamientos con alguien, mientras que otros pueden encontrar el apoyo que necesitan para reconsiderar su decisión.

    El acercarse a una persona en crisis suicida sin la debida preparación para ello, sólo mediante el sentido común, es perjudicial y se pierde el tiempo para su abordaje adecuado.

    • Si el sentido común nos hace asumir una postura de atenta y paciente escucha, con reales deseos de ayudar a la persona en crisis a encontrar otras soluciones que no sean el suicidio, se habrá iniciado la prevención.
    • Acercarse a una persona en crisis suicida sin la debida preparación para ello, sólo a través del sentido común, es perjudicial y se pierde tiempo para su correcto abordaje.
    • Si el sentido común nos hace adoptar una postura de escucha atenta y paciente, con un deseo real de ayudar a la persona en crisis a encontrar soluciones distintas del suicidio, se habrá iniciado la prevención.
    • Este enfoque requiere la capacidad de mantener la calma y evitar las afirmaciones sentenciosas o las críticas; en su lugar, hay que animar a la persona a que exprese sus sentimientos y pensamientos sin interrupciones.
    • Escuchar atentamente, sin precipitarse a ofrecer consejos, es clave en esta situación.
    • También es importante recordar que las personas suicidas suelen tener sentimientos ambivalentes e incluso pueden cambiar de opinión en cualquier momento; por tanto, es vital no tomar sus palabras o acciones al pie de la letra.

    Mito: El suicidio está causado por un solo acontecimiento

    • El suicidio es una de las principales causas de muerte en el mundo, y tiene un efecto devastador en familias, amigos y comunidades.
    • A pesar de que el suicidio es un tema complejo, existe la idea errónea de que está causado por un solo acontecimiento.
    • En realidad, el suicidio está causado por una combinación de factores, como problemas de salud mental, abuso de sustancias o un acontecimiento vital traumático.

    Conclusión

    En conclusión, el suicidio es un tema muy complicado y difícil de comprender. Es importante saber que hay muchos mitos y creencias erróneas acerca del suicidio y que no se debe tomar a la ligera. Las personas que tienen pensamientos suicidas necesitan ayuda profesional y no deben ser minimizadas. Teniendo en cuenta los factores de riesgo, cualquiera puede estar en riesgo de suicidio, sin importar su edad o situación. Por lo tanto, es importante estar atentos a los signos de una posible crisis y ofrecer apoyo a aquellos a quienes se les presuma que estén en riesgo.